"Esta tarde Cristo del Calvario vine a rogarte por mi carne enferma; pero al verte mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza...y solo pido no pedirte nada, estar aquí junto a tu imagen muerta, ir aprendiendo que el dolor es solo la llave santa de tu santa puerta."
Solo pido mirar tu cuerpo y saberme tan amada que, solo eso llene mi corazón y me produzca una alegría profunda. Que al contemplarte allí, desgarrado en esa cruz, olvide mis pequeñas cruces, y me inunde tu amor, de una forma capaz de vendar los desgarros de esta vida que no es más que la antesala de la verdad y de la vida eterna. Aumenta mi fe, y hazla capaz de mover todo mi ser en una única dirección, hacia Ti, centro de mi existencia. Gracias Jesús, por tu presencia silenciosa y continua en mi vida, sosteniéndome y dándome el empuje que me hace levantarme cada mañana.
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