ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







sábado, 4 de octubre de 2014

Tuya Siempre

Job se sentía muy pequeño, y no es de extrañar así me siento yo cada segundo ante el mundo que me rodea. Pienso en su inmensidad y me siento ínfima, si contemplo un atardecer o un amanecer caigo en la cuenta de la insignificancia de mi existencia. Todo estará aquí cuando me vaya y todo estaba aquí antes de que llegara. Cuando me rodeo de gente me siento menuda, como si mi presencia fuera invisible, es esa sensación de que nada somos a pesar de ser todo para Dios.
No paro de encontrarme este mensaje del Señor: mis planes son más elevados que tus planes, y es curioso porque antes no había caído en la cuenta de esa frase. Ahora me tropiezo con ella en muchos sitios, quizás porque sabes que llevo una temporada identificándome con Jeremías, y aunque deseo con todas mis fuerzas correr hacia el otro lado, no soy capaz, porque como dijo él: "Me sedujiste Señor, y me dejé seducir". 

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