El día terminó con lluvia y así amaneció...Caminado esta tarde por la ciudad me daba cuenta de lo pequeña que soy, y en lo pequeñita que me deben ver los demás...o eso me parece a mí. Vivimos en un mundo que se mueve tan rápido que nos olvidamos de todo para seguir ese ritmo, incluso de aquellos que nos necesitan.
En las aulas todo es distinto, no me siento pequeñita con los chicos, amo mi trabajo y es un gran alivio llegar allí por las mañanas y pensar que con mi trabajo puedo ayudar a muchos chicos a ser un poco distintos a lo que la sociedad los avoca, me hace sentir útil, ya sabéis que pongo mi granito de arena también.
Hoy os decía que era un día gris, ayer terminó así, con un mal sabor de boca...no salía el sol, ni un rayito...las noticias de esta tarde tampoco han ayudado mucho, pero llegar a misa y oír ese precioso Evangelio que antes alguien me leía mucho en estos días me ha ayudado mucho. Lo echo mucho de menos que lo haga. Hoy el Señor lo ha hecho por él. porque lo necesitaba, aún así rezando completas me lo ha vuelto a recodar en la oración final.
No me dejes olvidar Señor que lo importante eres tú y que resides en mi corazón, no dejes que las cargas me hagan olvidar que eres tú quien llevas mi equipaje...
No me dejes olvidar Señor que lo importante eres tú y que resides en mi corazón, no dejes que las cargas me hagan olvidar que eres tú quien llevas mi equipaje...
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