Creo que si hoy buscara la palabra PACIENCIA en el diccionario de la RAE saldría mi foto al lado de esa definición. Me he dado cuenta de verdad que no hay nada que no puedas si no piensas en Dios y en su paciencia infinita que Él tiene para con nosotros, ya sabéis hasta 70 veces 7.
La mañana ha sido completa desde las 6.30 hasta las 15.00 de la tarde creo que mi mente ha descansado 10 minutos, esperar, creo que exagero con esa cifra. Me he levantado, he rezado, terminado la comida, le he hecho el almuerzo a mi marido, he quitado los platos limpios del lavavajillas, he escrito un mail, y ya me he ido a clase. Entonces eran las 8.00. Desde que he entrado a las 8.30 hasta las 14.30 ha sido un no parar. Dos clases de sintaxis, luego repaso con una niña de verbos, con eso he llegado al ecuador de la mañana, el recreo. Después tutoría en la que ayudaba a una niña a hacer unos deberes de otra asignatura que no entendía, después otra hora de sintaxis y una de historia. De repente, el timbre, ringgggggggggggggggggg!!!!!!!!!!. No me lo podía creer me iba a casa. No sé las veces que he repetido como se buscaba un sujeto, o que una oración era nominal con el verbo ser, estar o parecer, que el complemento directo es conmutable por lo, la, lo, las...en fin...Ahhh también he hecho dos recuperaciones de lengua.
Sabéis lo mejor de todo, que cada vez que pensaba en pegar dos voces o cabrearme, pensaba en Aquel que todo lo puede, y en lo mal que me siento cuando pienso que he faltado a la caridad y he ofendido a Dios. Pero sobre todo, aunque sé que es difícil intento pensar en qué hubiera hecho Jesús en ese momento. Hay veces que funciona, otras que pierdes la paciencia inevitablemente, porque Dios no hay más que uno y nosotros somos seres imperfectos.
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