La gente se prepara para celebrar el fin de año.Todo el mundo no para de decir lo bien que lo van a pasar, esperan mucho de esta noche. La tele dice todas esas cosas que uno debe hacer mientras suenan las campanadas, incluido consejos sobre el color de la ropa interior. Por un momento miro a mi alrededor, todo me parece tan extraño y tan absurdo que durante unos minutos pierdo mi paz. Me imagino en un lugar cercano aquí, con mis queridas hermanas de clausura. Ellas cenarán algo muy sencillo como cualquier noche del año y se irán a dormir dando gracias al Señor por un año más dedicado a Él. Cuando el Señor me regaló la fe no me di cuenta que a la vez que me daba un maravilloso regalo, el del poder sentirle y amarle, además de seguirle torpemente, también me daba parte de su cruz. Por lo menos ahora sé porque siempre me he sentido extraña en días como este.Es el precio que hay que pagar por el maravilloso regalo de la fe, por darte cuenta donde reside la felicidad, el saber que nada llenará tu vida como eso y el saber que tienes que hace por vivir en el mundo sabiendo que no perteneces a él. Me dice siempre un amigo que tengo que vivir con los pies en la tierra y mi corazón en el cielo, difícil tarea cuando sientes que estás fuera de lugar. Siempre me queda el consuelo de saber que Él también me acompaña esta noche y lo tengo disponible 24 horas para aligerar la carga. No os deseo Feliz Año porque seguro que os sobran felicitaciones.
ROTA Y ENTERA
El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.
martes, 31 de diciembre de 2013
lunes, 23 de diciembre de 2013
He bajado a las confesiones de la parroquia de mi madre. Al empezar el acto penitencial el Padre Prior, después de una preciosa celebración en la que nos invitaba a sanar nuestro interior para recibir al Señor como es debido, nos ha invitado a centrarnos en la propia confesión, evitando contar cosas que no son necesarias y que nos descentran de pedir perdón de nuestros pecados.
No estábamos mucha gente, eran cuatro sacerdotes, cuando he visto que el de mi izquierda, al que yo llamo el cantor gruñón amistosamente, estaba solo, he decidido acercarme a él. Había confesado hace unos días pero no estaba tranquila con algo ocurrido y no deseaba que el Niño naciera en un pesebre indigno. Iba muy concentrada en lo que tenia que decir y como era poca cosa he pensado seré breve como han indicado. Nada más sentarme a su lado dice el hombre. perdona la indiscreción pero ¿ese libro que lees que es? Digo es la Liturgia de las Horas. El ha contestado, me acabas de dejar asombrado, no esperaba que me dijeras eso. Se ha puesto a hablar conmigo y ya hemos confesado, al acabar me pregunta, ¿podíamos quedar un día para hablar no? Le he comentado que me iba el día de Navidad por la tarde y que apenas quedaba tiempo. Pero él me ha dicho que si mañana bajaba a las 19.30 a misa y al decirle que sí dice pues vente a las 5 y hablamos tranquilamente de todo. Así hemos quedado, ¿por qué esa insistencia? Mañana veremos, ya sabéis que el Señor siempre nos tiene que decir algo.
sábado, 21 de diciembre de 2013
Esperanza
Una misa concelebrada por tres sacerdotes y un cuarto dedicado al órgano y los cantos, es todo un lujo. Habían muchos lectores pero me han acogido como si fuera una feligresa más que va todos los días a esa parroquia, y me han cedido la lectura. Había mucha gente mayor, todos muy amables. El sacerdote no tenía prisa de de celebrar, pausadamente le ha dedicado a cada parte de la Eucaristía el tiempo que se merecía. La celebración estaba dedicada a la conmemoración de la Virgen en su advocación de la Esperanza, que da nombre a la parroquia. Al terminar había una modesta merienda para celebrarlo. Mucha gente y poco comida, como ha dicho el Padre Prior, necesitaremos el milagro de los panes y los peces. Daba igual la escasez de la comida sino el hacer Iglesia y preguntarse unos a otros que harían estas fiestas. Dos monjitas del cole donde fui que pertenecen a las hermanas de la caridad se han acercado a decirme las ganas que tenían de conocerme. Me ha dicho una de ellas al oído: "impresionante la forma que encontraste al Señor". Se ha asombrado de que rece la liturgia de las horas. Los Padres, que son agustinos recoletos han hablado conmigo, uno un poco gruñón ha cruzado el salón para saludarme. Otro me ha quitado como 10 años, y el otro me ha regalado un libro que él ha escrito y que he prometido darle mi opinión. Muchas de esas personas mayores encuentran en la parroquia la familia que extrañan. El Señor no da puntadas sin dedal...
domingo, 15 de diciembre de 2013
Entramos en la tercera semana de Adviento. La tercera vela hoy era encendida en la Santa Misa, el Belén era bendecido y los niños Jesús que la gente ha querido acercar a la celebración también. Ahí está el Rey de Reyes, nacido de una mujer humilde en un establo rodeado de animales. Ayer me fijaba en las calles de la gran ciudad en esas personas sentadas en el suelo, pasando frío y pidiendo una limosna. Me acerqué a uno, echándole una moneda, y al mirarle a los ojos ni siquiera un instante, descubrí al Señor. Entonces la luz de esas hermosas bombillas que alegraban las calles me parecieron pobres al lado de esos ojos que reclamaban solidaridad y calor en una noche helada. Es esas pequeñas cosas, en las personas humildes y en los pequeños acontecimientos es donde se encuentra Jesús queriendo que lo descubramos, que lo acunemos, que lo amemos... ¡Qué pena que debamos vivir con los pies en la tierra! Vivo con la esperanza y el consuelo de saber que mi corazón se elevó allí arriba y que espera, que en estas navidades, nazca Jesús en él, y lo purifique, y lo llene de amor, y que lo haga digno de estar en su presencia.
jueves, 12 de diciembre de 2013
No temas gusanito de Jacob
Ínfimo e imperceptible gusanito débil, no puede arrastrarse con su sola fuerza. Necesita del empuje de su padre. Intentó caminar solo pero se dio cuenta que no sabía en que camino dirigirse, se fatigaba y tenía que parar para poder suplicar a su padre que volviera junto a él. El padre siempre le repetía lo mismo: "tantas veces como te pierdas yo te buscaré, tantas veces me niegues yo te esperaré, porque no soy yo el que me alejo de ti, eres tú el que asumiendo que no me necesitas me huyes y buscas veredas donde no deberías pasar."
El gusanito se creía más fuerte si caminaba solo, pero esa fuerza y valentía que creía sentir solo le duraba unos días, era el reflejo de su padre alentándole en el camino. Pobre gusanito, cuantas veces tropezará hasta lograr entender que gusanito es y así morirá. No podemos ser lo que no somos.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
El Pecado y la Gracia
Hay a alguien a quien no puedes ocultar tu corazón, él sabe de tus agobios y tus torpezas. Soy muy hábil sabiendo ocultar mi corazón a la gente pero a Él es distinto. Muchas veces me siento enfrente de Él y le digo "¿Qué te voy a decir que no sepas?". Me pregunto cuando miro a la gente qué preocupaciones ocultan sus ojos. Nunca me gustó que me los miraran, y de hecho solo hay alguien a quién se lo permito. El Señor traspasa mis ojos y alcanza el interior de mi corazón, hoy estaba opaco, y aunque deseaba recibirlo como nunca no podemos engañarlo, o mejor dicho engañarnos, y muchas veces te sientes mejor haciendo lo que debes que lo que deseas. Hoy no paraba de repetir "Ven Señor Jesús". Y es que como tantas veces os digo, cuando empezamos a alejarnos poco a poco de Él con pequeños pasos, de repente te das cuenta que perdiste el camino, y te toca volver. Ayer leí dos cosas de San Juan Crisóstomo que me hizo pensar. Lo primero que cuanto mayor es la gracia mayor es la culpa por el pecado, y lo segundo, que el Señor nos perdona sin tener que poner al descubierto nuestras inmundicias. Mañana iré a que sane mi corazón.
domingo, 8 de diciembre de 2013
Solo Tú. Solo Yo
"Hágase en mi según tu Palabra" Comenzamos otra semana de Adviento, la segunda vela se enciende en nuestros corazones, y todos, ajeno a lo que esperamos, para lo que nos preparamos, no paran de lamentarse de toda esa gente que faltará en esas comilonas y veladas de estas fiestas. Andamos ajetreados comprando todos esos regalos para nuestros seres queridos, no queremos que ninguno se quede sin aquello que le hace ilusión. Las luces en las calles nos alertan de las fiestas navideñas, y todos buscan un hueco donde meter tantas y tantas cenas, y tantos y tantos compromisos. Desean que les toque un pellizco en la lotería de navidad, hace tiempo que el Señor me regaló la mejor lotería y eso que no había comprado. Miro a mi alrededor y quiero sentirme entregada en ese ambiente, pero al estar el sábado en la Eucaristía me doy cuenta que nada me llenará como Jesús. Solo allí soy completamente yo, desnuda materialidad de pensamiento, toda suya. Allí solo vale algo, el AMOR, y solo allí alcanza su máxima expresión.
jueves, 28 de noviembre de 2013
La Milagrosa
Hay decisiones que ha tomado tu corazón hace tiempo sin que tu mente lo sepa, solo un chispazo hace que tu mente conozca lo que piensa tu corazón. Al entrar en esa habitación, y ver todas esas fotos ahí colgadas, eran como una lucecitas que me indicaban que era mi camino, aunque el agua fría haya caído con toda su fuerza sobre mi cara, demostrándome una vez más, que no somos dueños de nuestro destino.
Los corazones son enormes músculos que se estiran hasta límites insospechados de la misma manera se encojen, ante determinados estímulos, a tu corazón no lo puedes engañar. Hoy me decía una chica que seguramente había heredado una enfermedad complicada de corazón. Estaba muy preocupada. He sacado una medalla de la Virgen Milagrosa que alguien me regaló ayer y se la he dado, he pensado que a ella le hacia más falta ese milagro. Ella al verla no paraba de darme las gracias y la besaba. No se considera católica practicante pero jamás había visto esa luz de esperanza en sus ojos al ver la medalla bendecida. El Señor se manifiesta en todo y todos.
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