ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







martes, 31 de diciembre de 2013

Feliz Año

   La gente se prepara para celebrar el fin de año.Todo el mundo no para de decir lo bien que lo van a pasar, esperan mucho de esta noche. La tele dice todas esas cosas que uno debe hacer mientras suenan las campanadas, incluido consejos sobre el color de la ropa interior. Por un momento miro a mi alrededor, todo me parece tan extraño y tan absurdo que durante unos minutos pierdo mi paz. Me imagino en un lugar cercano aquí, con mis queridas hermanas de clausura. Ellas cenarán algo muy sencillo como cualquier noche del año y se irán a dormir dando gracias al Señor por un año más dedicado a Él.  Cuando el Señor me regaló la fe no me di cuenta que a la vez que me daba un maravilloso regalo, el del poder sentirle y amarle, además de seguirle torpemente, también me daba parte de su cruz. Por lo menos ahora sé porque siempre me he sentido extraña en días como este.Es el precio que hay que pagar por el maravilloso regalo de la fe, por darte cuenta donde reside la felicidad, el saber que nada llenará tu vida como eso y el saber que tienes que hace por vivir en el mundo sabiendo que no perteneces a él. Me dice siempre un amigo que tengo que vivir con los pies en la tierra y mi corazón en el cielo, difícil tarea cuando sientes que estás fuera de lugar. Siempre me queda el consuelo de saber que Él también me acompaña esta noche y lo tengo disponible 24 horas para aligerar la carga. No os deseo Feliz Año porque seguro que os sobran felicitaciones. 

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