"La medida que uséis se usará con vosotros"
Hoy me planteaba la discusión de ayer en el trabajo...tema "el aborto". Pensé que error más grande el hablar y defender mi postura, debería de haber callado. Hasta comentándolo con alguien por la noche me dijo, yo hace tiempo aprendí que es mejor callar. Pues esta mañana leo: Nadie enciende un candil para meterlo bajo la cama. Ayer me lamentaba de no callar, y hoy pienso que hice lo que debía hacer. El otro día leía que uno de los pilares fundamentales de la Iglesia es la persecución. Decía algo así como que el discípulo no es más que el maestro. Entonces he pensado en todos esos mártires que murieron por defender la fe, y nosotros ¿nos preocupamos más por una humillación pública?. Quizás, ese rato que pasé llorando, escondida tras lo que pasó, pensando que mi corazón se salía del pecho, es un precio muy pequeño que pagar por el maravilloso regalo que el Señor me ha dado. Si no te merece la pena defender y humillarte por Él, mucho menos darías tu vida por Jesús, eso significa que no le das tu corazón porque en él, tú ocupas el primer puesto. Os deseo que os améis menos y que améis más al Señor y al prójimo, porque al final de la vida nos examinarán del amor, de nada más.