"El soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores"
Todas las semanas por malas que sean tienen un final, así hizo el Señor el mundo, y la sucesión de los días, con el holocausto de la tarde te das cuenta que el amanecer traerá la claridad del día. Siempre hay un momento que debes parar y reaccionar y no dejar que la tristeza te embargue y se apodere, porque al final solo es signo de un protagonismo inmerecido. Como dice esa maravillosa antífona cuando sufrimos, Él sufre con nosotros. Nada de lo que somos es por mérito propio todo es gracia de Dios. El Señor me ha regalado demasiados dones, soy una mimada, lo reconozco. Por eso a veces perdemos la perspectiva de las cosas, yo esta tarde la he perdido de una cruz que tendrá un final maravilloso, verdad???Menos mal que el Señor me lo ha recordado estudiando. No hay gloria sin cruz también te lo recuerdo a ti compañero de fatigas.
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