ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







martes, 25 de marzo de 2014

Anunciando

Nunca había entendido el porqué de esta festividad, hoy me he enterado, en una homilía en mi lugar preferido para escaparme, que de aquí, al 25 de diciembre hay exactamente nueve meses. Ahora todo tiene sentido, verdad? Allí he rezado vísperas mientras que un hombre acariciaba los pies de Jesús crucificado y los besaba, un acto simple y bello de verdadera devoción y amor. Supongo que todos somos un poco Tomás, y necesitamos ver para recordar o para tener presente como el Rey de Reyes padeció hasta sufrir la muerte más infame e ignominiosa. Después, mi queridas madres carmelitas, cantando como los propios ángeles elevaban al cielo esa clamorosa alabanza, habían cuidado hasta el más mínimo detalle para el Señor. Cuando las celebraciones se hacen con amor a Él, como estas mujeres lo hacen, todo adquiere un sentido especial. Después de dos días intensos de trabajos, ha sido sublime poder decir al Padre, que me hiciera humilde y dócil a su voluntad al igual que la Virgen, y que no me importara ser la última de todos para poder ser la primera ante sus ojos. Así sea...

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