Siempre me deleito en la frase del salmo de hoy "Tú eres la fuente viva y Tú luz nos hace ver la luz". Soy muy consciente de que Él es la luz que guía mis pasos, aunque a veces deje que las tinieblas se apoderen en determinados momentos, pero sé incluso que en esos momentos el Señor está a mi lado, diciéndome que me acompaña a pesar de hacerle dado la espalda, porque Él nunca no la da.
A veces es complicado saber si el camino es el que el Señor desea para uno, o si estamos haciendo las cosas como realmente debemos. A mí esto me pasa constantemente, dudo y le pregunto, ¿es esto Señor lo que debo hacer? Envíame tu luz. Aunque tampoco estaría mal que me concediera parte de esa sabiduría de la que se valió para crear este mundo tan perfecto que contemplamos con el alba y despedimos con el ocaso.
Le sigo pidiendo luz y compañía porque como siempre le suelo decir, "Sin Ti estoy perdida". Le doy también gracias por permitirme gozar de un nuevo día que lo he tenido tan presente en tantos momentos y en tantas personas. Le pido perdón por aquello en lo que ofendí (seguramente en mucho). Y termino con esa frase de vísperas "El Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré?"
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