ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







martes, 16 de septiembre de 2014

Sufrir con Él o sin Él

Todo vuelve a la rutina. Como digo yo siempre para asombro de muchos, es donde mejor vivo. También vuelvo a esta rutina, a la de escribir, sobre todo porque de forma egoísta me hace mucho bien hacerlo. También porque alguien me lo ha recordado varias veces este verano. 
Gracias ;) 

Siempre digo que aplicarse la corrección fraterna es algo que cuesta mucho, hablo de uno mismo. Durante mis muchas confesiones siempre he oído algo repetitivamente: "aquello que te callas que tanto te ha dolido y dejas como único testigo a Dios, esa humildad es lo que más vale a sus ojos" 
Ya hace tiempo que vengo practicando este consejo, y no sabéis lo que reconforta hacerlo. Evitar el reproche o la discusión con una persona cuesta mucho, sientes un dolor por lo ocurrido pero al mismo tiempo, poniéndolo en sus  manos, sientes una gran alegría porque has obrado con humildad y te has unido a Cristo, que te susurra, no te preocupes ninguna humillación es comparable a las que sufrí yo por salvarte; ningún dolor se asemeja al que yo sufrí cuando me creía abandonado por el Padre.
Ayer asistí a una oración maravillosa en la que se palpaba la presencia del Señor, aunque a veces nos esforzamos mucho para intentar sentir su presencia, porque lo difícil es hallarla en nuestra vida ordinaria.

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