Siempre le digo a los niños que hay un tiempo para todo, y que cada etapa les traerá otras cosas nuevas y a veces impensables en este momento. Como dice la lectura de hoy, hay un tiempo para todo, tiempo de buscar y tiempo para perder...Lo bueno es saber en que tiempo estamos para no desesperarnos. Yo creo que hace tiempo que estoy en el de desprenderse aunque al mismo tiempo este tiempo me lleva a recoger mucho, pero de esas cosas que guarda tu corazón y son imperceptibles a los ojos de la codicia, de lo material. Sientes mucha fatiga y te parece en ocasiones que terminas haciendo cosas que no deseas, como yo esta semana, que tenía unos planes para mí pero el Señor iba por otros derroteros, como decía Isaías el domingo: "mis planes no son vuestros planes...mis planes son más altos que vuestros planes".
Siento mucha inquietud y agobio por los planes de ahora, me da miedo que al coger ese camino, tropiece y caiga; me da miedo cansarme en nada, ¿qué saca el obrero con su fatiga?... la confianza en el Señor es plena ¿qué le voy a discutir al que me creó? A tus manos encomiendo mi espíritu...
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