El sábado asistí a una conversación en la que me entristecí
mucho, y a pesar de que allí se decía que era una conversación de nivel me
pareció todo lo contrario. No sentí la presencia de Jesús en esa charla, sino
la mano del hombre interpretando banalmente lo que se dice en las Sagradas
Escrituras. En todo momento se habló de lo que está bien y mal aparentemente,
de cosas tan superficiales como el aspecto de la persona que va a misa. Pero en
ningún momento se habló del interior, aquello que solo Dios conoce.
Me fui defraudada, y con la sensación que debía de haber
defendido mi postura, pero también convencida que hay veces que hay que callar,
poner la otra mejilla, aunque el tortazo que te están dando te esté destrozando
por dentro. Una opinión sobre mi, de una persona que no esperaba, cambió mis
esquemas en unos segundos. Si tu fe es sólida aunque se pueda tambalear nada la
destruye, está cimentada sobre roca firme, pero si le ocurre a una persona que
no tiene ese nivel de fe, puede suponer un alejamiento de Dios. Se habló también de cumplir los mandamientos e ir a misa los
domingos, que daba igual amar o no a Dios, si cumplías tu deber cristiano ibas
al cielo. Me pareció un análisis triste y simplista de la fe.
Dejo mi interpretación libre, aquella que deduzco de mi
escaso caminar al lado de Señor: Creó firmemente que hay que cumplir los
mandamientos, para eso los dejó Dios, pero ser CRISTIANO no se reduce a eso. El
que reduce su vida a eso se queda en la superficie, jamás llegará a
experimentar el amor de verdad. Y es que la diferencia fundamental es que el
hombre mira las apariencias, Dios solo el corazón. Cuando Jesús murió en la
cruz nos demostró la verdad "No hay amor más grande que dar la vida por
tus amigos", si como cristiano no puedes sentir eso en tu corazón estás
muerto.
Nada ni nadie puede hacer que deje de sentir a Jesús en mi
corazón, menos mal que una voz me lo recuerda a diario. Rezaré por esa persona
para que el Señor la ilumine y cumpla su misión, ser el rostro de Dios en la
tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario