ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







jueves, 3 de enero de 2013

Venid a mi luz II

Cuando amas y conoces a Cristo te das cuenta de algo, que jamás te fallará, que jamás te decepcionará que nunca está ocupado para escucharte. Nadie nunca te amará y se entregara como Él. Me decía ayer: "Ven a la  Luz". Y me dice hoy: "Clamaste en la aflicción y te libré". Los humanos imperfectos y pecadores manchamos todo lo que tocamos, pecamos y nos apartamos de la luz. Si pones tu confianza en el hombre estás perdido. El seguimiento de Cristo no es un camino sembrado de rosas, es, más bien, un sendero estrecho, de grandes alturas y para corazones audaces. He andado por el camino que aparentemente resulta más fácil, por lo atajos que esta sociedad te enseña, pensando que así llegaría antes a la meta. Ahora sin tener la totalidad de la ruta pero con la inspiración divina, sigo la estrella que un día siguieron los Reyes Magos, no llevo nada en las alforjas y en cambio, a pesar de tropezar y magullarme siento que se el porqué de ese camino. 


¿Quiéres seguir a Dios? Si esperas tener la hoja de ruta en tu experiencia de Dios, te quedarás siempre atado a la orilla. Con el Señor de tu lado no se te garantiza que no tropezarás, que no te atacarán lo lobos del camino y que de vez en cuando no te perderás. Pero si sabes que al final te espera Él dándote la mano y mostrándote la puerta de la felicidad.

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