ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







jueves, 6 de septiembre de 2012

Remar Mar Adentro

   Dice Pedro: "Maestro hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada; pero en tu palabra echaré las redes"  Cuantas veces me pregunto ¿por qué me pasa esto Señor? o ¿Por qué me pides esto Señor? Dudo de los designios divinos porque pienso que aquello que me pide Él parece imposible de soportar o de realizar. Nunca dijo que fuera fácil remar mar adentro. Caminar con paso firme y seguir al Señor es un estilo de vida, un camino de perfección que nunca acaba.

   Hacer lo que es su voluntad, poner mi confianza en sus designios y no cuestionar sus decisiones...es todo eso que Jesús me dice hoy en este Evangelio. Para ello debo asumir las dificultades, hacer un esfuerzo, remar contracorriente, soportar vientos y tempestades, y solo así, buscando el apoyo de Jesús y abandonándome plenamente a Él, podré pasar de la oscuridad a la luz. Un mar sin peces se transforma en un mar fecundo solo porque Jesús así lo quiere. Eso es una perfecta metáfora de lo que le pasó a mi vida cuando Jesús entró en ella. Cuando soy capaz de acoger su presencia con los brazos abiertos, el Señor me sostiene con su amor y me ilumina con su presencia.

   No dejes que en el atardecer sienta la oscuridad y déjame que cada día me sienta más cerca de Ti. Quédate conmigo Señor, porque eres mi luz y sin ti me encuentro en tinieblas, solo Tú me sabes amar. Confiaré en ti, porque solo Tú tienes palabras de vida eterna y porque me dices que quien cree en Ti no muere



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