Quiero empezar este nuevo blog con algo muy significativo
vivido el fin de semana pasado. Tuve la gran suerte de participar en unos
ejercicios espirituales del Padre Ángel Moreno, de Buenafuente, os aseguro, que
es una experiencia que ha cambiado mi vida por completo. El tema de los
ejercicios era fascinante, "Eucaristía, plenitud de vida".
Las sensaciones
que experimenté allí, serían indescriptibles, aunque intentaré acercaros mi
experiencia. El silencio que requerían y la soledad me hicieron pasar por
momentos muy duros, cuando todo está en silencio las voces de tu interior se
escuchan perfectamente, al principio creía volverme loca, pero luego
inconscientemente y al igual que supongo que le puede pasar a un ermitaño
buscaba la soledad, en los pocos momentos que quedaban libres porque sabía que
tenía que rencontrarme con Él.
El Padre Ángel nos
mostró el verdadero significado de la Eucaristía, a través de pequeños detalles
increíbles que a cualquiera se le pasaría por alto. Pero la idea general, la
realmente importante, es que además de que los cristianos veamos la Eucaristía
como la mesa donde satisfacemos las necesidades espirituales, la tenemos que
sentir como una forma de vida, un modo de vivir la propia identidad en
plenitud.
Ayer la misa, no
era como la de todos los días, aprendes a valorar cada parte de la Eucaristía
de una manera especial desde el saludo al Señor al llegar a la Iglesia hasta la
forma en que le miraba desde allí sentada, en el mismo banco de todos los días,
en el que hoy todo me parecía distinto de una forma maravillosa. Y es que,
cuando te rencuentras con Él y lo sientes cerca, entiendes cual es el
significado de la vida, tu razón de estar en el mundo, todo adquiere un sentido
y una dimensión, te sientes feliz, porque el amor y la paz inunda tu ser, pero
esa sensación solo se siente si te has encontrado con Dios, sino, puedes
sentirte feliz, pero ante cosas banales, y además esa felicidad es efímera,
construida sobre un castillo de naipes, con lo que sí un solo naipe se mueve, el castillo se
derrumba. Solo cimentando tu vida en el Señor, lo haces sobre roca firme.
Por eso, si el
Señor pasa por tu lado, igual que hace poco pasó por el mío, y te llama, no
tengas miedo, ten fe y síguele, solo a su lado encontraras una vida plena,
porque solo Él es PLENITUD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario