ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







martes, 1 de mayo de 2012

Escuchar al Pastor


Todos los días te doy gracias, Dios mío, por ser una de las ovejas del Evangelio que han escuchado tu voz. Es cierto que bajo tu  amparo me siento protegida. Las cruces además de tener sentido, pesan menos, porque llevaste tu cruz y ahora te encargas de llevar las mías.

Al escuchar tu voz y seguirte, mi vida adquirió gozo y plenitud. Se llenó de sentido. Estaba inerte y revivió. Ahora sé que aunque mi cuerpo perezca, tengo vida eterna a tu lado. Soy una oveja entre tus brazos, me dejo abrazar por ti y llevarme donde tú creas que debo ir. Aceptando, aquello, que pienses que debe acontecer en mi vida. Sin duda, he necesitado cruzar el desierto para llegar al oasis. A ese remanso de paz que solo tú me das.

Sé  que eres mi Pastor y cuidas de mí, antepones tu vida a la mía. Te ofreciste en el sacrificio de la cruz para salvarme. Pero, ¿qué he hecho yo para merecérmelo? Me llamabas y no te quería oír, salías a  mi encuentro y huía. Pero tú no desististe. Sabías que volvería a ti, como oveja descarriada, sedienta y hambrienta de ti. No me hiciste preguntas, no me pediste explicaciones. Me consolaste y me devolviste el aliento perdido.

Ahora intento no despistarme ni perderte de vista , Buen Pastor. Seguirte y abandonarme en tus brazos. Solo yo me puedo separar de ti, nada ni nadie puede obstaculizar el camino que me conduce a tu lado, durante toda la eternidad.

 Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna...

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