ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







miércoles, 26 de diciembre de 2012

Conocer a Dios

   Hay una enfermedad muy grave que se extiende por el mundo y que alcanza a todos los estratos de la sociedad y a todas las edades. Esa enfermedad es "No conocer a Dios". Nos pasamos media vida huyendo de Él, y criticando a la Iglesia por todas las libertades que quita al hombre. Nos apresa la desesperanza al intentar huir de Dios y del cristianismo. Buscamos en esa huida la libertad sin saber que nos metemos en un callejón sin salida que nos conduce a la desesperación. Concebimos a Dios como un  enemigo que nos obstaculiza la felicidad, que contradictorio. Nuestro corazón sufre opresión cuando amordazamos el clamor de Dios que nos llama. Si luchas contra él, entonces tu vida se convierte en un teatro donde eres una marioneta en manos de la gente por la que te dejas llevar. Sobrellevas el tiempo pensando vivir a tope el instante sin pensar en el mañana. Los más afortunados, yo me considero una, ante este tipo de vida te planteas, ¿Para eso venimos al mundo? ¿Este es el fin de nuestra  existencia? Intentas hacer lo que cualquier persona hace para sentirte integrada y acompañada, pero en el fondo del corazón sientes una soledad tan extrema que se torna en llanto ahogado. Cualquier cosa del día a día entonces nos supera. Y te preguntas y dialogas con tu interior. Ahora entiendo que lo que yo identificaba como el meditar conmigo misma, era un diálogo con Dios.

   El hombre solo es completo cuando tiene el encuentro con Dios, solo el alma del hombre se alivia en Cristo. El conocer a Dios te libera, te hace entender, y entonces nos preguntamos, ¿Por qué no nos lo inculca desde que nacemos? La respuesta es sencilla para mí. El Señor cree en la libertad humana, nos ofrece el don de la fe, de conocerle y amarle, somos nosotros los que decidimos el acercarnos o alejarnos . Su metodología no es el avasallamiento ni la imposición, sino que lleva por bandera el AMOR. El nos ofrece su amor y somos nosotros los que decidimos si lo aceptamos o no. Yo he conocido las dos formas de vivir, sin Dios y con Dios, en una perdida, infeliz y desesperada. Ahora con Dios en mi vida, feliz, encaminada y llena de vida. Sentir el amor de Dios y aceptarlo no te inmuniza de nada pero te hace entender esos porqués que antes no paraban de inundar tu mente. Di SI a Dios y luego hablamos de los cambios en tu vida, segura estoy que no te arrepentirás. 

   

lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD

    Una alegría especial embarga mi alma, el sentir a Dios en mi corazón, hace que nada sea igual, es como si el Señor te pusiera una lente de aumento que te permite ver los detalles pequeños y valiosos de la vida que antes pasabas por alto.  Esa lente hace que las cosas materiales, fiestas y comilonas dejen de ser importantes y te planteas el significado tan bello que tiene esta noche.

    Dios todopoderoso se despoja de su rango y condición divina y nace como hombre. Para ello no elige una familia rica, sino que la más humilde de las mujeres y el más sencillo de los lugares para nacer, un pesebre. Ese debe de ser el sentido de este día, volvernos todos como niños para entrar en el Reino de los Cielos. Solo si nosotros somos pequeños y pobres de espíritu podremos acercarnos a Él, como lo hicieron los pastores en aquella bendita noche de su nacimiento. Los soberbios, los prepotentes y los ricos de este mundo, los que creen que todo lo pueden y que no necesitan de nada ni de nadie –como el rey Herodes, los sabios doctores de Israel y también los poderosos de nuestro tiempo— tal vez nunca llegarán a postrarse ante el Niño en el pobre portal de Belén. Y no dejarán que Jesús entre en su corazón. Conocerán la felicidad efímera terrenal pero no la felicidad permanente que lucha y se sobrepone a cualquier adversidad de la vida. 

   Creo sin lugar a dudas que estamos en un año muy especial, es el AÑO DE LA FE, muchas bendiciones van a ser derramadas desde arriba. Solo tenemos que abrir las puerta del alma y estar preparados para recibirlas. Es un año fabuloso para dejarse llevar por el poder de la Palabra y transmitirla a los demás, demostrándoles con nuestros actos, la felicidad de seguir a Cristo. Ese es el mejor ejemplo que podemos dar a la gente, somos Palabra de Dios viva. 

¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!! DESEO QUE SEA NAVIDAD SIEMPRE EN VUESTRO CORAZÓN.

martes, 18 de diciembre de 2012

Alma Sanada

  Ayer sentada ante ti me sentía pequeña, débil y sin fuerza. Sin Él hace tiempo que hubiera desfallecido. Antes de saber que lo amo y que Él me ama, ya estaba presente en mi vida. Me ayudaba sigilosamente aunque yo le volviera la espalda, Él a mí no, así es su amor, incondicional.
 
   Frente a Cristo Sacramentado mi paz la notaba lejana, de mi alma brotaba inquietud. Hay una lucha constante en mi interior, dominar mis actos me resulta menos complicado que mi mente, ella vuela libre y a veces incontroladamente. Es ahí, en esa flaqueza de mi ser, donde el diablo encuentra ese resquicio, esa ranura para entrar y apoderarse de mis pensamientos.
 
   El Señor me dice que está a mi lado, que nunca me abandona, que mire en mi interior, en mi corazón. Pasa un sacerdote, mentiría si no dijera que he hecho esos kilómetros buscando uno. Llega al confesionario, y me acerco sin pausa a él, sé que es Jesús quien me espera. No me quiere juzgar sino liberarme. Me dice que Él me ama y me perdona. La sensación cuando se recibe la absolución es una bocanada de aire fresco que entra en tu alma, una alegría que no se puede comparar con nada.
 
   Recobro las fuerzas, las cruces siguen pesando pero la culpa no: "Vete, tu fe te ha salvado"

jueves, 13 de diciembre de 2012

Grandezas

Yo, el Señor, tu Dios, te agarro de la diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio.» 
Mira, te convierto en trillo aguzado, nuevo, dentado: trillarás los montes y los triturarás; harás paja de las colinas; los aventarás, y el viento los arrebatará, el vendaval los dispersará; y tú te alegrarás con el Señor, te gloriarás del Santo de Israel. (Isaías 41)

Son fascinantes las lecturas de estos días de Isaías. Lleva dos días transmitiendo algo que cualquier cristiano deberíamos tener claro, la grandeza de las personas, ¿Qué es lo lo que hay en tu vida que valoras? ¿Tu fuerza? ¿Tu posición? ¿Tu dinero? ¿Tu empleo? Hay cosas necesarias para vivir, es decir, está claro que uno necesita un empleo, pero esa no debe de sera la causa por la que te valores. Es evidente que si lo haces, si te valoras por eso, en cuanto algo de ello falle, tu vida se derrumbará. Pero si tenemos claro que nuestra grandeza no depende de nosotros, que debemos dejar hacer a Dios en nuestra vida, sabiendo que ella no nos pertenece, estaremos en el camino correcto.  No importa lo grande que te creas o lo importante que seas. Solamente es importante ser grande a los ojos de Dios, para Él., todos somos iguales. Solo en Él reside la felicidad, solo Él te llena. 

No sé como se ha apoderado de mi vida, pero es cierto que solo con Él me siento completa. Os pondré un ejemplo. Hoy no pensaba bajar a misa, tenía que ir a otro pueblo, no había aquí. Dos horas antes de que comenzara, ya estaba como si me faltara algo, si no puedo ir por causa justificada lo tengo más asumido, pero estar en casa pensando que podría estar en cuerpo y alma con Él me desquicia un poco. He ido, ¡Cómo no! El mejor momento del día. Ya lo dice Jesús: "Quién tengo oídos que escuche"

martes, 11 de diciembre de 2012

Amada hasta el Extremo


Ayer me decía el Señor: "Levántate, coge tu camilla y vete" Es una maravillosa extrañeza vivir con y para Cristo. ¡Cuántas cosas han cambiado en mi vida! Ahora mismo creo que podría hacer frente a cualquier cosa, y no porque sea fuerte ni mucho menos, Soy un ser débil, lleno de imperfecciones y defectos, con varias cruces que me pesan y a veces pienso que no puedo con ellas. En estos momentos pesan bastante, estoy en uno de esos días que antiguamente llamaría rojos en honor a una película que forma parte de mi pasado.


¿Qué es lo que me da esa fuerza?¿Qué es lo que hace que resista los embates de la vida? Cristo y el amor que me desborda, que hace que aunque sufra no me desaliente . Él me lleva y dirige mi vida, su luz divina me guía y alumbra mi camino. ¡Qué maravilloso es ser cristiano!Sentirte feliz aunque aparentemente no hayan motivos. Vivir el hoy, sentirte amada y abandonarte en los designios del Padre. No te preguntes el porqué ni cuestiones el cómo. Solo déjate amar.

martes, 4 de diciembre de 2012

Inmaculada Capilla

Me paso por la Capilla de Adoración Permanente a rezar Vísperas y encontrar ese sosiego en un día largo. Estoy más cerca de la Catedral, pero tengo esa ansia de estar en presencia de Cristo Sacramentado. Es magnífica la luz verdadera que irradia y atraviesa todos los sentidos inundando mi alma.
Al contemplarla mis ojos se desvían hacia la izquierda, allí veo una imagen, bella por su humildad, jamás he contemplado nada igual. Su desnudez te deja impresionado, jamás vi una Inmaculada tan preciosa. Con la vista fija en ella viene a mi mente una conversación con las Carmelitas que nos animaron a imitar en este tiempo de Adviento la vida de la Virgen en la tierra. Desde aquí sentada contemplándola no puedo más que expresar esa admiración profunda hacia ella:
"Oh Virgen Gloriosa, primer Sagrario de Jesucristo. Concédeme tu humidad para entregarme a los demás. Infúndeme tu prudencia para realizar mis actos de acuerdo con tu vida haciendo de mí, una mujer abnegada, que solo ponga sus ojos en tu Hijo. Dame la tesón para seguirlo sin desviarme, para que cuando reciba a Cristo Sacramentado, también sea yo, el mejor Sagrario en el que pueda albergarse"

 

 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Libertad entre Rejas

Una tarde especial con unos ángeles que nos transmiten paz y alegría a nosotros, aquellos que como ellas cariñosamente nos llaman: "A los que estáis entre rejas" Son nuestras amigas las hermanas Carmelitas. Ya tenemos una confianza con ellas, no es el primer encuentro que compartimos y disfrutamos. Alguna vez les escribo alguna carta para contarle aquello que me inquieta, nadie mejor que ellas para interceder por mí. 

Es fácil pensar que son ellas a las que les falta la libertad. Hay gente que dice que impresiona las rejas que entre ellas y la gente, a mí me parecen todo lo contrario unas rejas que claman amor y liberad.  Jamás he sentido que alguien transmita tanta plenitud como ellas. Sientes esa envidia sana de pensar lo gozosa que tiene que ser una vida entregada a Dios. Te dicen frases maravillosas que se te quedan en la memoria del corazón. Cada vez que atravieso esa puerta no puedo describir los sentimientos que en mi se despiertan, las veo y siento ese aroma a hogar, deseos ocultos, que antes ni siquiera entendería tener y que ahora no me sorprenden nada.

Son personas totalmente libres, no conocen las ataduras ni las esclavitudes de este mundo. Son almas libres y entregadas a Dios. Siempre salgo emocionada de allí, y pensando que sabe a poco, con muchos frutos y energía renovada. Me voy de allí con una conclusión de una de ellas ante las lecturas de la Apocalipsis de estos días: "Hay que vivir como si fuera el último día. Hacer cada acción pensando que es la última que vas a hacer por y para Dios" Amén.

martes, 27 de noviembre de 2012

Fin del Mundo

   Dicen los niños que el fin del mundo está cerca. El día 21 de diciembre a las 11.12 h. Me hace mucha gracia. Su comentario es: "Es verdad, lo dicen en la tele, lo predijeron los mayas"...Es increíble les respondo yo, si lo dice la tele ¿Cómo lo vamos a dudar? Dicen a continuación que ellos que deberíamos irnos esa mañana de cañas a pasar un buen rato antes de morir. Les pregunto a continuación ¿Que haríais si supierais de verdad que el mundo se acaba? Todos comparten una idea, se irían de fiesta, y algunos también compartirían sus últimos momentos con sus familias.
 
   Es extraño que haya gente que le cueste tan poco creerse estas patochadas y que luego digan que es imposible que Dios exista. Los que somos católicos somos raros, crédulos e ingenuos. Se aprovechan de ello para meternos ideas anticuadas. Cristo es algo demodé. Hablar de ser Católica en público y decir que vas a misa es ser un bicho raro. Yo me enfrento con esto todos los días, al principio callaba y ahora me encanta decir alto y claro lo que soy, y en qué creo.
 
   Creo en que hace más de 2000 años el Verbo se hizo carne, habitó entre nosotros y fue colgado en un madero para salvar a toda la humanidad. No creo que unas estúpidas interpretaciones realizadas por hombres sobre antiguos calendarios. Creo que solo Dios sabe el día y la hora, y que espero que mi lámpara permanezca encendida y me pille en vela para que no me pase como las mujeres de la parábola que no pudieron recibir a sus maridos.
 
 
 

viernes, 23 de noviembre de 2012

Dulce y Amargo

Terminamos el ciclo B muy pronto y empezaremos el Adviento, una época preciosa en la que celebramos la llegada al mundo de nuestro salvador. Ahora que termina el ciclo es sorprendente leer las lecturas de la Apocalipsis. En estos días contemplamos las visiones que Juan tuvo en el s. I d.C. , en mitad de todas esas horribles persecuciones de los romanos a los cristianos. Hoy aunque complicada es fascinante esa lectura. Suele ser una parte de la Biblia que la gente prefiere obviar, incluso dicen que Juan llegó a sentir pena en su corazón al descubrir el Juicio Final, y que se dedicó en cuerpo y alma a ser un gran transmisor de la Palabra par advertir a la gente de ese juicio.


-«Cógelo y cómetelo; al paladar será dulce como la miel, pero en el estómago sentirás ardor.»El comer el librito significa por supuesto el recibir la Palabra de Dios con fe, y esa es la enseñanza de la Palabra de Dios. ¿Por qué dice que es dulce y que a la vez produce ardor? Así es la Palabra de Dios, su revelación hay que interiorizarla y meditarla,  y creerme es una tarea ardua , difícil y laboriosa. Interiorizarla para mí es aplicarla a tu vida de forma convencida para que de esa forma podamos transmitirla al mundo como verdaderos misioneros de la fe. Hay muchas personas que comienzan a estudiar la Palabra con entusiasmo, pero cuando descubren que esto se aplica a la vida diaria, y hace demandas personales,  pierden interés, y llega a ser algo amargo. 

No me produce ningún miedo ni siquiera curiosidad el cómo será ese Juicio Final. Solamente me interesa en la medida que es Palabra de Dios. Creo en la misericordia de Dios, demostrada a lo largo de todas las Sagradas Escrituras y llevada al extremo con la muerte y crucifixión de su Hijo Único para salvarnos.  Lo demás lo dejo en la mano de la Divina Providencia, la que cada día me ha enseñado a no buscar el porqué de las cosas.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La Línea de la Vida

El otro día meditaba algo a partir de una homilía que no tuvo ningún desperdicio. Decía el sacerdote como vivíamos el tiempo en la actualidad, ¡Cuánto razón lleva! A veces nos pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo y que nuestra vida es como un ciclo, un círculo cerrado a través del cual nos desenvolvemos. Llegan las navidades y enseguida pensamos cuando estamos en ellas, que dentro de poco llegará la siguiente fiesta, carnavales, Semana Santa...Hoy pensando en todo ello miraba hacia atrás y hacia delante, y dibuja una línea del tiempo en mi mente, pensando todo el camino que había recorrido. Es una línea muy larga que solo Dios sabe el final, pero que es un tiempo lineal, y los segundos de mi vida que han pasado, ya no volverán. 

Siempre me ha parecido que había corrido mucho, pero hoy, me he dado cuenta de que el problema no radicaba en eso, sino en que me he pasado mucho tiempo sin saborear la vida, sin apreciarla, porque cuando se vive lejos de Dios, tu existencia es incompleta y sinsentido. Te apoyas en las cosas diarias y banales porque momentáneamente te alivian y te dan consuelo pero a la larga te sientes insatisfecha. Hay gente que pasa su vida así, y lo asimila o se autoconvece como algo normal, pero yo muchas veces me negaba a pensar que la vida se limitara a eso. Tanto fue así, que cuando las cruces llegaron a ser insoportables me decía a mi misma, ¡No podemos venir al mundo para esto!

Mi corazón se inquietaba porque algo en él me decía que tenía que encontrar el sentido de mi vida, no quería resignarme. Entonces el Señor ya me llamaba a voces, pero me negaba a oírlo, aún creía en ese Dios bueno, en esa deidad suprema ajena a mí. Tarde tiempo en darme cuenta que nuestro Dios está vivo, y que Jesús camina a nuestro lado fielmente, que sufre cuando sufrimos y ríe cuando reímos. Entonces encontré el significado de la fe, y para mí hay una frase de San Agustín que lo dice muy claro: Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree. 

Ahora lo veo tan cercano, tan próximo a mí que a veces me llega a sorprender.  Medito cada paso que doy en esa linea del tiempo temiendo que pueda ofenderle, y cuando pienso que lo he hecho, sin duda es la peor de las sensaciones que experimento; me produce inquietud, aunque a la vez siempre me da consuelo pensar en su grandísima misericordia, aquella que me levanta cada vez que me caigo. Ahora solo temo una cosa, y solo reitero una petición en mis oraciones, que aumente mi fe y que jamás deje de sentirlo como el eje vertebrador de mi vida. Asi sea.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

Recibir y Aprovechar

   ¿Cuál es el principal talento que Dios me ha dado? Me considero afortunada, han sido muchos, pero sin duda, si tuviera que quedarme con uno de ellos, no titubearía, la FE. Sí, FE con mayúsculas, es el don más preciado que el Señor me ha otorgado, y por el que trabajo cada día para no despreciarlo.¿Cómo se lleva la práctica la FE? Para mí, viviendo, sintiendo y practicando la PALABRA de Dios. y ¿Qué ocurre cuando desoímos o despreciamos este don tan maravilloso?
 
   Creo que Dios no soporta a aquellos que se quedan fríos o tibios, inmóviles y no son capaces de comprometerse, ¿Duro? quizás sí, pero no hay nada de mentira en ello. El seguimiento del Señor exige riesgo. Exige que seamos capaces de jugárnosla, de estar dispuestos a dar el salto al vacío, sin preguntas sin porqués…Salir de nosotros, observar el mundo y nuestra vida ¿Vale la pena lo que hacemos? ¿Es lo que espera Dios? No podemos quedarnos cruzados de brazos. Llegará el día que debamos rendir cuentas y entonces nos dirá a cada uno, ¿Qué has hecho en tu vida? Si hubieras pensado un poco menos y hubieras actuado un poco más, quizás tendrías algo para mostrar, ¿No te parece?.

   Hoy le digo a Jesús, que no quiero ser una espectadora pasiva, sino una colaboradora infatigable suya. Aquí estoy, para hacer su voluntad y hacer multiplicar todos los dones que me has confiado centrándolo desde aquel que dirige todos, la FE. Tengo mucho que dar, pero mucho más que ganar, Jesús guiará mi camino, no tengo dudas, solo debo abrir mi corazón.

martes, 13 de noviembre de 2012

Ante Ti, Señor

Señor, he venido corriendo hasta aquí, embargada con la necesidad de postrarme ante Ti. Hay veces que las palabras fluyen solas, y otras inundas mis pensamientos pero no acierto a transmitir mis inquietudes. ¡Qué te voy a decir que Tú no sepas! Eres tan cercano que a veces temo no percibirte; te siento tan presente, que no sé si lo que vivo es sueño o realidad. Te adoro tanto que temo defraudarte.  
Sabes que en mi cabeza hay muchos porqués sin resolver, esto hace que mi mente se colapse en ocasiones haciendo que mis ojos se inunden de lágrimas y haciendo que el camino se convierta en tortuoso. Sé que esto se traduce en que no acabo de depositar mi confianza plena en Ti, en que no dejo de abandonarme de todo en tus brazos, perdonarme Señor porque soy débil. Me gustaría ser como esa viuda que dio todo porque sabía que nada le iba a faltar. Te pido Señor la sabiduría de entender que tienes la llave de mi vida, que soy toda tuya.
 Aquí sentada frente a Ti, Cristo Sacramentado, sintiendo esa luz cegadora que emana de Ti y atraviesa mi corazón, no puedo más que pedirte el don de la fidelidad, de la entrega absoluta y sin condiciones, convirtiéndome en sierva tuya. Padre que siempre estás ahí para ayudarme en cada caída, te doy gracias porque cada mañana siento la necesidad de encontrarme contigo, porque sé que solo Tú llenas todo mi ser.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Afirmarte en Él

   Esta semana no me encontraba en paz con el Señor. han sido unos días tremendamente complicados, en los que sintiéndome abandonada en sus brazos no podía evitar que la tristeza me embargara. Hay veces que sentía que la cruz pesa mucho, el camino del Calvario se me hacía largo y tortuoso. Esto me llevaba a despistarme y a caer en errores por no estar alerta. Ayer ya no me encontraba en condiciones de recibir al Señor. 
   Iba de boda, habíamos quedado a las 12 para hacernos fotos con la novia. Durante mucho tiempo me apoyé en ellas fueron lo más parecido a unas amigas que había encontrado por aquí. Pero cuando en mi vida dio un giro radical no supieron aceptarlo muy bien, creo que pensaron que me había vuelto loca, no las juzgo, las entiendo. Hay veces que hasta a mi me cuesta entenderlo. Al levantarme no pensaba en nada más que en la necesidad de reconciliarme con el Señor, pero en mi mente se producía un duro debate, ¿Fotos o confesión? Elegir lo primero solo era por cuestión de no ser más juzgada o criticada, pero no podía engañar a mi corazón, algo muy fuerte me arrastraba a ir a la Iglesia. 
   Al final ganó Dios, últimamente en mi vida siempre lo hace. Deseaba más que nada el encuentro con Él, asi que me acerqué por la sacristía y le  pregunté al sacerdote si podía ser que me confesara antes de la boda. Él muy amablemente dijo que sí. Recibí al Señor con más ganas que nunca siendo consciente de que ahora mi vida ya no es lo que era y que solo Él la llena por completo. En la mesa de la comida de la boda me dijo una chica: "Me he fijado en ti, me ha extrañado que alguien tan joven comulgara" . Al momento y al ver que yo no respondía, me vuelve a repetir la misma afirmación, y es entonces cuando pensé, ¿Qué pasa es que estoy haciendo algo vergonzoso? Levanté la cabeza, la miré a los ojos y le dije: Creo en Dios, soy católica practicante y no me pierdo la misa diaria salvo causa de fuerza mayor" Ella se calló, creo esa afirmación tan convincente la dejó sin palabras. Podía haber callado pero solo hubiera parecido que me avergüenzo de algo tan maravilloso como es entrar en comunión con Cristo.

martes, 6 de noviembre de 2012

Relaciones, Amor y Soledad

- Las niñas de catorce años o menos ya se acuestan con tíos, y no con su novio, sino cada vez con uno- comenta una alumna de mi tutoría en una hora libre. No me pilla de sopresa lo que me dice pero si lo que comenta a continuación.
- Y vosotras, ¿Qué pensáis de eso?- replico yo.
- Pues nada que cuando nos preguntan si lo hemos hecho nosotras, decimos que sí, porque imagínate que se enteran que con 17 años aún somos vírgenes- contesta la niña mirando al suelo, avergonzada de su respuesta.
- Pues yo creo que deberías decirlo con la cabeza bien alta, y demostrar que a lo mejor sois muchas las que mentís porque os da miedo quedar en ridículo-Supongo que desde mi perspectiva es fácil decirlo, en mi tiempo lo normal era ser virgen.

Nunca me dejará de sorprender como cambian las generaciones y la forma de entender las relaciones entre la personas. Cada día en el instituto me queda más claro como ha cambiado la sociedad y como los valores básicos se han visto alterados profundamente. Ahora lo "normal" para la gente joven es aquello que más le degrada y más los hunde. se pierden en una marabunta de relaciones insatisfechas, buscando quizás el afecto que en casa les falta, el cariño y la atención que no reciben. Esa falta de tiempo en la corrección fraterna, en la ausencia de tiempo familiar destruyen los cimientos sobre los que la vida de esos adolescentes se forja. En ninguna de mis oraciones me olvidó de pedir por ellos, son los más necesitados del amor de Dios.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Amar

Dice el libro del Deuterenomio: "Y amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Las palabras que hoy te digo, estarán en tu memoria; las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino,  acostado, y levantado"
Luego nos dice el Evangelio de San Marcos: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo."

Después de algo que ayer ocurrió me hago una profunda autocrítica, soy así, no me hace falta que nadie me la haga, yo establezco los límites de mis exigencias, y son elevadas. Amar a Dios, significa amar con todo tu ser, y por consecuencia debes amar todo lo que el ama, e intentar imitarle cuando se hizo carne. El nos dejó un ejemplo vivo y palpable, demostrándonos que se puede vivir en la tierra con tu corazón en el cielo. Aquel que fue tentado por el diablo, que sufrió y que padeció para morir en la cruz nos demuestra en su ejemplo, que no hay ninguna excusa para no poder amar a tu prójimo, incluso cuando este te humilla, te tortura y te mata: "Perdónales Padre porque no saben lo que hacen".

San Juan de la Cruz decía: “Que ya no tengo oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio”. El Amor es lo que me mueve y hace girar mi vida, solo me siento feliz y completa cuando amo y me entrego al prójimo. En una sociedad donde prospera la individualidad y en la que se aumentan las familias rotas y las personas que mueren solas, hay que recordar que el hombre solo se siente pleno cuando ama de verdad . Hemos sido creados para el amor. Eso lo comprobamos en Jesucristo cuando dio su vida por nosotros y nos dijo: "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos"

sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Humillado o Enaltecido?

   La humildad esa gran virtud capital que todo cristiano debe aspirar pero que muy pocos la rozan, y es que, el orgullo y la soberbia se ha instalado en nuestra sociedad, y comportamientos totalmente negativos pasan a ser normales, siendo lo contrario lo raro o lo no habitual, como les gusta llamarlo a muchos. El otro día una profesora me hablaba de lo que era normal, y decía, es lo que hace la mayor parte de la gente, no digo que sea la correcto, solo que es "lo normal". No sé si estoy de acuerdo o no con esa acepción de normal. Quizás porque me cuesta reconocer que entonces yo no entro dentro de esa acepción, aunque por otro lado me encanta; si lo normal es lo que hace ahora la gran mayoría de gente joven, que gran suerte he tenido en que Dios se fijara en mí y yo me enamorara de Él.

   Hablemos de la humildad, dice Jesús en el Evangelio de hoy: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal (...)Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto(...) Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.» ¿No me digáis que nos os fascina?Leía que a todos nos gusta que nos comparen con gente con cierto estatus social, nos llena de orgullo. Cuando la comparación es con alguien que no nos gusta, nos sentiremos humillados o quizás heridos en nuestro orgullo. Mi pregunta es, ¿nos hieren en el orgullo cuando se meten con nosotros por ir a misa?¿Por no ser "normales"? Creo que si te dicen que te pareces a Cristo y que solo quieres hacer cosas con Él es el mejor piropo que te pueden hacer y si realmente te pones al servicio de los otros, seguro que para los ojos de los demás serás humillado pero para Dios, enaltecido sin duda.

   Esta semana preguntaba a alguien si pensaba que se aprovechaban de mí, soy una persona que me cuesta decir no, siempre me ofrezco a hacer todo. Bueno mi pregunta fue más bien, ¿Crees qué soy tonta y por eso la gente se aprovecha de mí? Hoy el único que me da lecciones en mi vida me responde muy claramente, y me dice: humíllate y serás enaltecido. Luego medito algo, ¿qué pensaría la gente de Cristo hoy en día?Un hombre nacido sin mancha y sin pecado que sufrió toda clase de torturas para terminar muriendo en la cruz, y todo ¿Para qué? Para salvarnos a todos nosotros, ¿Hay mejor forma de servir y ponerse en el último lugar?.

   Este es un mensaje para todo aquel que en algún momento le pase como a mí, se plantee si es tonto o la gente se aprovecha de él. Alza tu mirada y mira a Cristo crucificado, y deja de pensar cual es tu opinión de los demás sobre ti y si te toman por tonto o por loco, y medita sobre como sería la vida si hubieran más "locos" como Cristo..."Hablaron de Él y no tenían porqué"

martes, 30 de octubre de 2012

El Granito de Mostaza

   Dice Jesús que con qué se comparará el Reino de los Cielos, y y dice dos ejemplos ínfimos e insignificantes, un grano de mostaza o a la levadura que mezclamos con la harina. Tengo que confesar que la segunda me fascina, me encantaría ser levadura en la tierra. Así son las buenas obras que contribuyen a agrandar el Reino de los Cielos, humildes, pequeñas y que apenas se perciben al los ojos humanos, porque se realizan para mayor gloria de Dios. 

   Estamos acostumbrado al mal y es llamativo y espectacular, se hace notar, aunque parece como la gaseosa que sube mucho para luego bajar, al final se queda en nada. La noticia más horrorosa sale en todos los medios, acapara la atención internacional, pero a los días, ya nadie habla de ello. Solo la gente afectada es la que lo recuerda de por vida. ¿Qué ocurre con el bien por el contrario? No sale en los grandes titulares de la prensa, sus protagonistas no están en la tele. Suele ser algo pequeño que pasa inadvertido pero que su acción se extiende y alcanza a todos. Es como esa levadura que no se distingue de la harina al mezclarla, pero sabemos que está, cuando el bizcocho crece en ese horno, y multiplica su volumen. No hace falta hacer grandes obras sino que son las pequeñas que solo el Padre ve, las que hacemos diariamente, las que más grandes son a sus ojos. 
   
   También contribuimos al Reino de los Cielos aceptando los acontecimientos de nuestra vida, porque al final, es voluntad del Señor, aunque solo a veces Él lo entienda. Aceptando las cruces y problemas diarios sin cuestionarlos, sin dejar que nos dominen, solo cargando con ellos a nuestra espalda, eso, también es un bien que pasa inadvertido a los demás, solo Dios, lo percibirá. La acción del Señor en nuestra alma y nuestras vidas es así, callada, silenciosa pero eficaz, solo aquellos que la han experimentado, saben de lo que hablo. Es como ese grano de mostaza que se convierte en un arbusto donde anidan los pájaros.

   Hoy le pido al Señor que mis acciones, mis esperanzas, mis pensamientos, es decir, que mi vida sea una alabanza a Él, y que sea capaz de contribuir , con pequeños sacrificios y ofrecimientos al Reino de los Cielos.

domingo, 28 de octubre de 2012

LA FE CURA

¿Te ha dejado indiferente el Evangelio? Es imposible, si lo lees detenidamente a todos nos dice algo. Ayer por la tarde lo descubrí en la Eucaristía. No lo había leído y tras llevar unos días revuelta y confesar antes de misa no estuve muy centrada en la Homilía. Hoy he puesto mis sentidos en él. ¿Quién no padece de alguna ceguera en su vida? Quizás al echarle un primer vistazo identificamos la idea general, y la ceguera más común que asola nuestra sociedad, la ceguera en la fe. Pero padecemos de tantas cegueras en muchos momentos y problemas de la vida. Algunas son  recurrentes.

Esta semana me he sentido al borde del camino pidiendo limosna. Es muy fácil decir que tengo fe, ir a la Iglesia y proclamar que "Creo en Dios", pero luego, a la hora de llevarla a la práctica en ciertos aspectos también me siento ciega, y necesito gritar al Señor "Ten compasión de mí" . Muchos me increpan para que me calle, lo hacen de formas diversas. Algunos me dicen que busque soluciones, otros, que tengo que resignarme que es lo que me ha tocado. Yo digo alto y claro, "No", ese no es el camino. El mirar con la mirada de la fe me abre los ojos al mundo, y veo la verdadera realidad. Lo que parece imposible se torna posible, "Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares".
La FE es la fuerza que ha transformado mi vida, es aquella que me dice repetir una y otra vez en mis oraciones, "Señor, cura mi ceguera". Desde que un día mi confesor me dijo que esas heridas sangrantes del alma, que te han atormentado durante años curan, no paro de pedírselo a Dios. Es la oración de sanación. No es de débiles reconocer que somos ciegos y necesitamos de su ayuda. Él que te diga que te conformes, no lo escuches, no es lo fácil a lo que aspiramos los cristianos. Puedes ser Bartimeo, que tenia una fe ciega y creyó en que Jesús le curaría, o puedes ser Pedro, que creía en un Jesús glorioso pero sin cruz. 

Yo aspiro a lo primero, a creer en Jesús, a pedirle que sane mi ceguera sin renunciar a mis cruces, tampoco resignándome a sufrir. Quiero ver, plenamente, sin dejar de cerrar los ojos a la realidad, ni a la cruz. Aunque haya multitud de ciegos dispuestos a seguir siéndolo, yo quiero ver y seguir clamando al Señor. Tal vez un día en mi interior sienta esa voz que me dice "Vete, tu fe te ha salvado".

lunes, 22 de octubre de 2012

Guardaos de Toda Codicia

   El otro día en clase hablaban los niños sobre el dinero, cuando uno es joven todo en la vida lo reduce a dos cosas: el dinero y la belleza. Piensan que si tuvieran todo el dinero que desearan podrían comprar todo aquello que les gusta y serían plenamente felices: un móvil de última generación, un buen coche...¡Qué pena que nadie les haya hablado más de la felicidad! Les intentaba explicar que es cierto que necesitas dinero para vivir, pero que no debe de ser el centro de sus vidas, que hay gente que con poco es feliz, y gente que con mucho es desgraciada. Da igual lo que tengas, como dice San Pablo, "Si no tengo amor no soy nada"
  Al leer el Evangelio de hoy, me ha llamado poderosamente la atención en él, y es que el amor por el dinero no tiene que ver con la cantidad. Uno puede tener todo el dinero del mundo y ser la persona más generosa, o puede tener dos duros en el banco y estar totalmente subyugado a ellos. No creo que Jesús, se refiriera a la cantidad, sino a la codicia. El afán de poseer provoca la destrucción del hombre, porque le lleva a la avaricia y al amor a algo tan banal como el vil metal. Aquel que provoca y despierta los peores sentimientos en la personas. Y es algo que veo mucho, el tener te lleva a querer poseer más.
   Me da pena porque esa gente jamás llega a experimentar el verdadero amor, lo material se les interpondrá siempre. Dios nos ha dado un corazón muy grande  amar a muchas personas y sobre todo para poder amarle a Él. No debemos gastar nuestra capacidad de amar "amando" otras cosas, atesorando riquezas que al final de la vida no nos servirán de nada. La forma de agrandarlo es, amando a Dios que es amar a nuestro prójimo.

domingo, 21 de octubre de 2012

Los Misioneros de la Fe


   Hoy es un día muy significativo para la Iglesia, es el día del Domund, el día de la propagación de la fe. Esos grandes misioneros que en países distintos del mundo acercan a mucha gente al Padre. Gente casada y soltera que siguen la labor de Jesús en la tierra, continuando la estela de  los discípulos y demostrando que no basta una vida para dedicarla a Dios. A esas personas anónimas mi mas sentido reconocimiento, no todo el mundo es capaz de dejar todo por seguir a Cristo. Ya lo oíamos el domingo pasado: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones , y en la edad futura, vida eterna.»

   Estos son los grandes misioneros de la fe, para los que el Padre nos llama por otros caminos, es decir, no quiere que dejemos nuestras ocupaciones diarias por Él, pero si que quiere que vivamos en santidad cada día, para nosotros también es el mensaje, y también debemos saber que somos misioneros de la fe. Quizás no vayamos a países lejanos donde apenas el cristianismo no se conoce, y donde hay una dura labor evangelizadora; pero mirando a nuestro alrededor, familia, vecinos, compañeros de trabajo, allí también podemos contribuir a llevar a Cristo a esas personas.

   Muchas veces nos acomodamos en nuestro sitio, no queremos problemas y en muchas ocasiones callamos pensando que al decir abiertamente con la boca grande que CREES EN DIOS, nos puede hacer daño. Ayer me senté en una mesa de personas que eran como yo no hace mucho, no pisan una Iglesia,. Allí tuve que decirme entre callar o dejar que mi voz se oyera. Pero en mi cabeza resonaba en Evangelio de hoy: “¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”.Hablaban de lo que era normal o no, de lo que ellas pensaban que era la libertad de expresión y de acción. Es paradójico que la gente que más aboga por ella, sea la menos respetuosa con  los demás. Yo alce mi voz, e hice profesión de fe, expresando el gozo que sentía yendo todos los días a misa, y como ese momento, era el central de mi día, el más importante; que no me importaba lo que al gente pensara sobre mí, tenía muy claro el centro de mi vida. 

   Espero, que el Señor Dios, que me conoce por dentro y por fuera, me dé las fuerzas necesarias para seguir a Cristo. Espero que aquel que juzga los deseos e intenciones de mi corazón, me conceda la gracia de mantener y aumentar mi confesión de fe. Le pediré la luz necesaria para que mis actos hablen de Él y le rogaré un corazón puro y limpio para no perderme por sendas oscuras. 

jueves, 18 de octubre de 2012

IN - CULTURAS

- ¿Por qué lloras? 
- Me siento sola en este país, no tengo amigas. Ellas viven en otro pueblo y mi padre no me deja ir a verlas.
- ¿No sales por las tardes?
- No me dejan salir sola, siempre debo de ir acompañada por un familiar. Si me vieran con un chico...
- Y, dentro de unos años, ¿qué?
- Mi padre me casará con un hombre que vaya a mi casa y ofrezca algo por mí. Yo no elijo, da igual que me guste o que no, da igual si me enamoro de otro. Es el hombre con el que pasaré el resto de mi vida. Me gustaría ser como el resto de chicas de clase.

La siguiente pregunta era evidente: ¿Se puede ser feliz así? No me ha hecho falta hacerla. Aquellos ojos negros grandes y cristalinos me decían la respuesta y esas lágrimas que brotaban por sus mejillas lo confirmaban. Se han sentido escuchadas y por un momento, han sentido ese calor procedente del cariño que les tengo a todos los alumnos que pasan por mis aulas. Ellos me enseñan muchas cosas y a cambio se llevan una parte de mí y todo el amor que les suele faltar.

- ¿Vendrás algún día a nuestras casas a conocer a nuestras familias? ¡Tienes que venir, por favor!
- Cuando me digáis estaré encantada de ir a visitaros.
- Gracias, eres buena.


martes, 16 de octubre de 2012

¿Dónde buscas la Felicidad?

   ¿Cómo concibes la felicidad? Me he pasado toda mi vida con un concepto erróneo de la felicidad, y eso es malo créeme. Buscar la felicidad identificándola con alegría, a lo que pensaba que me llevaba la mayor parte de las cosas materiales o un estado de euforia en mi mente, me ha llevado a todo lo contrario, a ser infeliz.

   Se puede tener todo y ser el ser más infeliz de la tierra, se puede tener poco y ser una persona feliz. Se puede estar sola y sentirte acompañada, se puede estar rodeada de gente y sentirte en la más absoluta soledad. Se puede orar a solas y no concentrarse, se puede rezar en medio de la gente y estar en la más absoluta intimidad con Dios. ¿Qué quiero decir con esto? La mayor parte de la gente tenemos los conceptos básicos de la vida y de la felicidad cambiados. Uno que va a un bar con los amigos de cañas y se ríe, es un tío enrollado y feliz; el que va a misa a todos los días es un infeliz que no tiene amigos y que mata su tiempo allí. ¿Padres divorciados? lo normal. ¿Aborto? algo lógico. No es la Iglesia la que está crisis, sí los valores que sustentan a la sociedad.
   Antes reía mucho, salía, entraba, iba y venía pero no encontraba mi sitio, por dentro estaba muerta y era toda fachada. Aspiraba muchos días al ocaso, con la esperanza que el alba me trajera la felicidad. Ella pasaba a mi lado, estaba en mi corazón y me buscaba, solo que yo la ignoraba. ¿Cómo podía entender que la clave de todo residía en el AMOR? ¿Cómo podía entender que AMOR y CRUZ son sinónimos? Imposible no sentía ni comprendía que Jesús me ama.
   Ahora todo es distinto, cuando logras entender que llorar no es sinónimo de infelicidad aunque lo hagas por sufrimiento, porque la felicidad no depende de un estado de ánimo pasajero ni de lo bienes que poseemos, entonces la has encontrado. Mirar a tu interior y sentirte llena y completa por AMOR, ya solo eso te hace entender que eres feliz. Por eso no pierdas tu tiempo en huir de algo, o en buscar algo, piensa solo esto, ¿Dónde encuentras tu felicidad?

lunes, 15 de octubre de 2012

Los Lunes ¿Tranquilos?

   Acaba el día y estoy agotada, ¿Es maravilloso verdad? Es uno de esos días que no queda ni un minuto libre, que parece que en momentos me vaya a duplicar para dar a basto. Comienzo el día pensando, es un lunes tranquilo, y es lo que más me gusta, que el Señor no pierda la capacidad de sorprenderme. 

  La tranquilidad dura poco, después de un recreo movido me dirijo para cumplir con mis planes, terminar tareas pendientes de clase, ¡pobre incrédula! ¿Cuándo aprenderé que no soy dueña de mi vida, que nada me pertenece? Cuando voy por conserjería hay un chaval quejándose, me quedo con él e intento tranquilizarlo, está muy nervioso, se queja de que le duele mucho la espalda. Llamo a su madre e intento explicarle lo sucedido. Ella me pregunta ¿ha sido en una pelea? Entonces me extraño y me pregunto, ¿Por qué esa insistencia? Vuelvo con el chico, le miro a los ojos y no puede negarse a decirme la verdad, efectivamente ha sido una pelea. Es increíble lo que unos ojos pueden esconder, y lo transparente que te hacen a los demás, una mirada dice más que mil palabras seguidas.

   Sigo mi recorrido por el pasillo para llegar al departamento, cuando veo a otro alumno sentado en el pasillo. Podría haber pasado de largo haciendo como que no he visto nada, pero no es mi naturaleza. Paro y le pregunto qué hace allí en horas de clase, y como era de suponer, no ha entrado a clase. Le explico la importancia de su acto y de sus consecuencias, y lo acompaño a su clase, allí me doy cuenta por desgracia que muchos de mis alumnos han optado por no entrar e irse al parque. No puedo hacer como si nada, así que luego les toca bronca y charla. La hora libre para mis tareas se ha esfumado. A continuación dos horas seguidas explicando y entonando palabras en clase, la voz falla pero no paro de reírme, es sorprendente lo intuitivos que son los chicos, a pesar de las broncas y las múltiples tareas de mis clases siempre buscan mi afecto. Saben que estoy ahí por ellos y que todo lo hago por una razón.

   Podría seguir contando las tarde, esa que no me ha dejado ni un segundo libre. Eso sí, para Dios y para la oración siempre tengo un espacio del día reservado. Acabo el día con un dolor de piernas increíble pero con la gran satisfacción de haber por lo menos intentado hacer de mi vida un servicio y entrega a los demás. No se puede pedir más: risas, preocupación, dolor, alegría, lágrimas pero sobre todo un día lleno de amor, el que me da Jesús todos los días y el que intento reflejar torpemente a los demás. Buenas Noches Señor: En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque solo Tú Señor me haces vivir tranquila.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Amanece

   Son las 8.10 de la mañana, voy conduciendo por la carretera, suena una canción en la radio. Me encanta empezar el día con música, cuando pongo la radio y empiezan a contarme las noticias cambio sistemáticamente, me gusta comenzar alegrando mi corazón. De repente me quedo fijando mi mirada en el horizonte me doy cuenta como asoma el astro sol con todas sus fuerzas. Eso me recuerda algo, por muy malo que sea el día, solo dura 24 horas, y cada amanecer es una nueva oportunidad de demostrarle a Dios que hemos aprendido de los errores de ayer y que estamos preparados para vivir el hoy.

   Me dejo inundar por sus rayos, y pienso, Señor, ¿Qué me deparará el día de hoy?. Esta siendo una semana dura, en la que empecé con una noticia que me hizo sentir rota, y ha continuado con detalles que hacen que a mi corazón le cueste reponerse. A pesar de ello soy consciente de que Jesús me manda todas sus fuerzas. Cuando vivía alejada de Él, una semana como esta tan insoportable me hubiera hecho enloquecer. Llego a clase, hay dos niñas muy alteradas que hablan a la vez y no las entiendo. Les suplico que se tranquilicen y me cuenten su problema, al oírlo siento una pena muy grande. La razón es, que no puedo hacer nada para ayudarlas, y el daño que se les ha causado es irreparable. Pienso en cada momento, "Señor, si Tú lo quieres habrá una razón más allá que yo no puedo ver y que se escapa a mi percepción".

   Al final de día me espera lo mejor, encontrarme con Cristo, aunque en días como hoy esté ausente y casi no me entere por los pensamientos que inundan mi mente, le pido al Señor perdón y fuerzas. Sé que está ahí, soy yo la que ando desequilibrada. Termino con una oración de sanación por mí y petición por aquellos que me preocupan y que desgraciadamente no está en mi mano ayudarles. Al Padre los encomiendo, Él mejor que nadie sabe el porqué de las cosas, ¿Quién soy yo para cuestionarlas?

martes, 2 de octubre de 2012


   Hay cosas que parece que las olvidé hace mucho tiempo y de repente, un día como hoy vuelven a mi memoria, y no por casualidad.  Hoy es el día de nuestros ángeles de la guarda. Yo nunca me acuerdo de pedirle nada. Es algo que oía mucho de niña, pero que lo aparqué en un parte de mi mente pensando que era algo de la infancia que te dicen para que te duermas tranquilo. Pero jamás pensé en su verdadero significado, un regalo del mismo Dios, que ha querido hacernos partícipes, ya en la tierra, de la compañía de una criatura celeste que nos recuerda al rostro del Padre que tanto anhelamos contemplar.

   Hoy no paro de pensar en él, en mi ángel de la guarda. Tras la oración de esta mañana le digo, una y otra vez: Ángel Custodio me encomiendo a ti, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en este día.  Ayer una  herida se abrió y está más sangrante que nunca. Debo darle gracias a Dios porque me concede la posibilidad de acercarme aunque sea de lejos al sufrimiento  de Cristo,  que nos amó y  se entregó por nosotros. Cuando recibes una noticia así sientes un dolor intenso en el corazón, como si se rompiera en mil pedazos, pero entonces me doy cuenta que mi corazón es inmensamente grande y  está lleno del amor de Dios. ¿Cómo se va a romper? Podrá ser ultrajado o pisoteado pero nunca perecerá, porque pertenece a Cristo, Él es dueño de mi alma y mi corazón.

   Necesito muchas fuerzas estos días, pero sé donde las encuentro, en la Sagrada Eucaristía, en el cuerpo y sangre de Cristo. Las refuerzo en la oración, motor de mi día a día. Todo a mí alrededor se tambalea, y siento el demonio cerca acechando pensando que en estas horas bajas podrá conmigo, ¡Pobre Diablo ignorante!, nada ni nadie me hará dejar de pensar que cada sufrimiento tiene una causalidad divina y un acercamiento a Jesús. Tampoco sabe que mi Fe esta construida sobre roca firme, y que jamás dejaré que siembre la duda en mi ser.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un Año Después

   Ayer fue un día muy especial para mí, hace un año que empecé tímidamente mi acercamiento a Jesús. Era un domingo, me acuerdo que bajé empujada por algo que no lograba entender. Hacía días que dentro de mí brotaba una inquietud que me llamaba a acercarme a una Iglesia, sentía una llamada muy fuerte. Me senté en el primer banco, esperando confesar. La verdad es que fue raro, porque cuando iba camino de la Iglesia no pensaba en hacerlo. Pero al entrar allí, el ambiente me resultaba muy familiar. Se acercó el sacerdote y me preguntó si deseaba confesar y le dije que sí. No iba nada preparada para enfrentarme a ello, pero creo que en ese momento no era yo la que hablaba, sino Cristo hablaba por mí.

   Me acuerdo de esas primeras misas como si fuera ahora mismo. Eran momentos de profunda angustia, la mayoría de las Eucaristías me las pasaba llorando. Creo que era mi forma de decirle, que estaba allí, al borde del precipicio y que no sabía lo que tardaría en despeñarme. Es extraño hablar de esto porque en mi mente parece que hayan pasado muchos años, casi diría que un siglo. Lo que empezó así, continuó convirtiéndose en una necesidad, a medida que los días pasaban me daba cuenta de la necesidad de ir a misa todos los días. Sentía la fuerza que me transmitía, aunque no comprendía nada. Así me pasó con la oración, no era consciente de la necesidad que sentía de hablar con Dios hasta que empecé a hacerlo. Sin darme cuenta se convirtió en el motor que hacía que me levantara por las mañanas.

   No sé si como dice mucha gente me he caído del caballo, ni tampoco sé porque el Señor se fijo en mí, y no en otra persona. Lo que sí sé es lo que ha cambiado mi vida en este tiempo. Tenía todo en la vida para ser feliz: un marido al que amaba con locura, una familia que siempre me apoyaba y un trabajo que adoraba. A pesar de ello me sentía rota por dentro e incompleta. Cuando en mi vida los obstáculos y las pruebas comenzaron a surgir, de repente sentí que no podía con ellos. Y es que me empeñaba en esquivarlos en lugar de enfrentarme a ellos. Solamente cuando entendí que faltaba lo fundamental en mi vida, fui capaz de alcanzar la verdadera felicidad. Solamente cuando dejé que Jesús entrara en mi corazón y me entregué a Él, solo así, comprendí el sentido de mi existencia. Gracias Dios Mio, porque muchos fueron los llamados pero pocos los elegidos. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

Luces en la Oscuridad

   Hay signos que se repiten en los textos y que marcan nuestras creencias. Yo siempre me quedo con el agua, la luz de una vela, el pan y el vino. Son esenciales en la mesa de un altar. Si unes esto a la Palabra de Dios y la presencia de uno de sus pastores, ¿Qué más necesitas? Hoy el Evangelio nos compara con una lampara de aceite, con la luz, esa que está presente siempre ante el Sagrario y en la mesa del altar. Hay algo que a mí personalmente me asombra. Como cambia el altar cuando es iluminado. Aunque si me tengo que quedar con una imagen, me quedo con la Iglesia apagada y solo la luz del Sagrario, si no lo habéis experimentado, intentarlo, es un ejercicio de introspección total.
   Cuando veo las velas iluminadas no puedo más que pensar que yo soy una de esas velas. No hace mucho, casi un año, apagada, nada ni nadie hacía que diera luz, no tenía cera, el producto necesario que hace que la vela se encienda y se mantenga encendida. Era un objeto inservible. Después llego Cristo a mi vida, se convirtió en la cera que me permitió arder o en el aceite que le hacía falta a esa lampara para iluminar. Y de repente la oscuridad desapareció y se tornó claridad. Me prometió felicidad pero a cambio de sacrificios y renuncias. Hasta entonces pensaba que lo tenía todo y no entendía como podía ser el ser más infeliz de la tierra. Después empecé a seguir a Jesús, y me hablaba de aceptar las cruces y seguirlo, que el sufrimiento es algo maravilloso si lo ofreces. Pensé menuda propaganda para tener seguidores. 

   Pero comencé a dejar que su Palabra calara en mi alma y mi corazón, dejé que su cera encendiera mi llama. Comprobé por mi misma que es maravilloso aceptar los lances que la vida te da, sin intentar frenarlos, sino dejando que Cristo me ayudará. Y no sé como, caí rendida a sus pies. Es extraño, pero me enamoré perdidamente. Y como la lámpara de ese texto, no puedo sentirme más que afortunada y agradecida, porque soy luz encendida por Jesús para llevarla al resto del mundo. Confío en no defraudarle y no dejar de cuidar esa llama que solo de mí depende que siga dando luz a la humanidad.