ROTA Y ENTERA

El Señor nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas. Las palabras que digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.







lunes, 23 de abril de 2012

Voluntad Divina

   Hoy les explicaba a los niños los oráculos en la mitología griega. Ellos se quedaban extrañados, ¿Cómo los dioses respondían a sus dudas? La verdad es algo sorprendente que desde la antigüedad el hombre haya necesitado ayuda divina para responder sus inquietudes. A mi no me extraña desde hace unos meses no hago más que preguntar al Señor mis dudas, aunque hay que estar dispuesto a escuchar su respuesta.
   Hace unos días llegó una oportunidad única a mis manos. Creo que nada llega por casualidad y eso es evidente. Nunca suelo hacer mucho caso a los correos que me mandan de información sobre las plazas convocadas. Pero algo de ese correo llamó poderosamente mi atención. Hace dos cursos me acomodé en un lugar y por mi mente no pasaba el cambiar ese lugar. Me sentía a gusto y en mi sitio. Todo esto era antes de que volviera a nacer en esta nueva vida que me ha brindado Dios. Ahora me siento distinta y me planteó cosas que antes ni me imaginaba.  Sé que es una plaza complicada, que me traerá muchos quebraderos de cabeza, más disgustos que alegrías, y en cambio, me siento muy atraída hacia ella.
   Hoy leyendo el Evangelio me preguntaba sobre esta cuestión. Sé que el puesto de trabajo no importa para seguir a Dios, en cualquier sitio puedes servirle. Pero desde que leí ese correo me he planteado muchas cosas que antes no pensaba, ¿Cómo sé que es algo que viene de Dios o solo es un deseo mío? No sé si me explico con claridad. ¿Es mi deseo el cambiar de sitio por determinadas circunstancias o realmente es Dios quién piensa que podría ponerme al servicio de los demás de esa forma? Es una pregunta muy difícil. Y más si en la esfera de decisión se ven afectadas la gente de tu alrededor, y cuando sabes que su reacción será negativa ante ese cambio.
   Creo que me gustaría enfocar mi vida de otra forma el problema es encontrar esa fórmula que se ajuste lo máximo posible a mi situación.Tampoco quiero que esta decisión me perturbe. Estoy segura que Dios proveerá lo que debo hacer, así lo hace siempre...


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